Análisis de Marash Kumbulla

Dicen que hay jugadores potenciados por el sistema y sistemas potenciados por jugadores, ambas teorías podrían ser ciertas si nos referimos a una de las sensaciones de la temporada anterior en el fútbol italiano, Marash Kumbulla

El Hellas Verona de Ivan Juric no solo fue la gran revelación del curso en la Serie A sino que también fue una de las más gratas sorpresas del panorama futbolístico europeo. Un conjunto armado con jugadores con papeles residuales en otros equipos que encontraron acomodo en Verona y que funcionaron como el engranaje de un reloj suizo. 

A pesar de ser un recién ascendido se situó en la zona noble de la tabla, y no solo eso, sino que logró resultados de mucho mérito ante equipos de la parte alta. Recordados serán sus empates en el Olímpico ante el Lazio o San Siro ante el Milan o la victoria en el Marcantonio Bentegodi ante la Juventus

Todo esto como digo sustentado por un entramado táctico espectacular en el que sus jugadores encajaron a la perfección. La parte más destacada y en la que se basó la estructura del equipo fue en la zona defensiva, conscientes que ante la falta de pólvora arriba debían amortizar cada tanto como si de oro se tratara. 

En esa parcela aparece nuestro anteriormente mencionado Marash Kumbulla (8-2-2000), toda una aparición y una de las claves del gran nivel del equipo. Nacido en Peschiera del Garda, una localidad de apenas 10.000 habitantes situada en la provincia de Verona, es hijo de inmigrantes albaneses. 

Primeros pasos y llegada a la élite

Desde muy pequeño debido a la proximidad de su Peschiera del Garda natal con Verona ingresó en la cantera del Hellas, concretamente a la edad de 8 años. Fue poco a poco quemando etapas, hasta que la pasada temporada con el equipo en Serie B llegó a debutar en partido oficial, en un encuentro ante la Cittadella. Sin embargo, ese debut se produjo más por una necesidad que por la confianza de Fabio Grosso

Una plaga de lesiones en el eje de la zaga provocó que el héroe italiano en aquel Mundial de 2006 contará con él. El ejemplo es que tras ello, no vuelve a jugar un partido esa temporada con el primer equipo, que asciende a la Serie A. Pero todo cambia con la llegada de Ivan Juric el pasado verano. 

El técnico croata ve en Kumbulla una pieza ideal para su idea de juego y lo asienta desde el primer momento en el once inicial a pesar de su inexperiencia. A pesar de convertirse en una de las revelaciones de la temporada, los inicios de esta temporada no fueron nada fáciles.

El equipo necesitaba tiempo para poner a punto los mecanismos que propone Juric y hasta principios del mes de octubre no llegan los primeros resultados positivos. Desde ese momento el equipo se dispara y empiezan a llegar los primeros elogios focalizados en una defensa que fue de las mejores del Calcio el curso pasado.  

El nombre de Kumbulla empieza a salir a la palestra. Su juventud, su solidez y su gran nivel en estos primeros meses llama la atención, no solo de los grandes clubes italianos sino también trasciende en el panorama europeo. Y no solo eso, sino que es llamado por primera vez para ir convocado con la selección absoluta albanesa.

Desde el primer momento, tuvo claro en qué representaría al país de origen de sus progenitores. Fue internacional U17, 19 y U21 antes de ser llamado para la mayor, su debut fue en el pasado mes de noviembre en un partido ante la selección de Moldavia, perteneciente a la fase de clasificación de la próxima Eurocopa en la que Albania no estará, ya que ni siquiera tuvo opción de ir a los playoff de clasificación. 

Características y posición

 

Como vemos reflejado en la imagen, Kumbulla parte desde la zona izquierda de la línea de tres. A pesar de ser diestro, Juric lo coloca en ese costado por ser el mejor de los tres centrales con balón y por que el sector izquierdo es donde el Hellas focaliza gran parte de su salida de balón. A Kumbulla se le ha visto muy suelto con la pelota en los pies, es valiente, no renuncia a ella y se equivoca poco en las entregas, cuenta con un 89% de pases en campo propio y un 76% en campo contrario, cifras que avalan dicha característica. 

Otro de los aspectos a destacar en su juego y quizás el que más desarrollado tenga es la capacidad de anticipación. Siempre intenta anticiparse, o por ende estar muy pegado al delantero, para que a este le sea imposible girar o no pueda fallar en el control. Busca el choque y no rehúye al contacto a pesar de no ser excesivamente fuerte. 

Quizás esa falta de músculo la suple con su envergadura, es un jugador alto (1,85m) y utiliza esa herramienta para ser muy difícil de superar en el uno contra uno. Cuando parece que le has rebasado aparecen sus interminables piernas para robar, su altura además le ayuda, no solo a ir bien por alto en zona defensiva sino que también es una amenaza en las jugadas a balón parado. 

En clave Hellas Verona

Sería mentira decir que Kumbulla no está potenciado por el sistema que utilizó su equipo, le viene como anillo al dedo a sus cualidades y por eso se retroalimentaron el uno del otro. El sistema táctico de Juric es un tanto peculiar utilizando una presión individualizada en donde los dos centrales de las bandas (Rrahmani y Kumbulla) persiguen a sus marcas por todo el campo. 

En ese aspecto Kumbulla destaca por su anteriormente mencionada capacidad de anticipación. Él cierra la puerta a su par a jugar de cara a portería y sus compañeros tapan cualquier posible intento de pase, esta fórmula es una de las claves de este equipo, ya que los rivales se siente muy incómodos a la hora de construir su ataque. 

En fase defensiva, el equipo se mueve de forma mecánica, cada uno cumpliendo su función y basculando al son de la posición del balón en cada momento. Como hemos mencionado anteriormente. Kumbulla y Rrahmani son los primeros que saltan mientras que Günter queda más resguardado corrigiendo o ayudado a sus dos compañeros, por lo que siempre los veremos escalonados y muy pocas veces, salvo cuando el rival ya haya roto sus líneas de presión, en paralelo el uno del otro. 

En salida de balón ya hemos dicho que tiene un rol fundamental, el Hellas vuelca la mayoría de veces su juego por la izquierda, donde Lazovic atrae y busca un cambio de banda, para que Faraoni sorprenda llegando con el carril desguarnecido. Kumbulla tiene ahí también la opción de jugar por el medio donde normalmente está Miguel Veloso. Además, cuenta con el recurso del balón en largo (que ya le hemos visto en alguna ocasión) cuando le presionan. 

En ocasiones aunque menos frecuentes, también hemos visto cómo tras dar el pase abierto a Lazovic abandona su posición para internarse y ser una opción de pase más avanzada. 



Progresión y margen de mejora

A pesar de ser un jugador con pocos partidos en la élite, es muy extraño verle algún fallo a nivel táctico o de colocación, es muy sólido y maduro para el puesto teniendo en cuenta su edad. Quizás su ímpetu le jugué a veces malas pasadas, sobretodo, a la hora de intentar anticipar pero sus datos con las faltas no son nada alarmantes (solamente concede 1,9 por partido). 

Donde tiene más margen de mejora es en los choques, el albanés apenas gana el 49% de los duelos por el suelo, y es que en ocasiones, debería ser más contundente. En un fútbol más físico como el italiano deberá ganar músculo, su físico alto pero delgado le hace también perder duelos ante atacantes con más kilos. 

Una de las dudas que más se ha planteado ha sido su adaptabilidad a un esquema de cuatro defensores, ya que en el Hellas con este sistema tan pragmático se sintió más arropado. En Verona no se le exigía defender la espalda demasiados metros y esa es la mayor duda que puede haber con él. Su agilidad. Aunque tiene velocidad, es cierto que le hemos visto sufrir a la hora de girar su cuerpo y esto es un elemento que deberá mejorar para dar un paso adelante.

Adaptación a la Roma y rol en el equipo

Contra todo pronostico la Roma finalmente se llevó a Kumbulla cuando más cerca parecía del Inter de Milán, en una operación rápida que se cerró por 13,5 M + 3,5 en bonus a lo que hay que añadir las cesiones con opción de compra obligatoria de Cetin, Cancellieri y Diaby.

En Roma intentará dar ese salto de calidad y de nivel, en un equipo que se le puede adaptar muy bien a sus condiciones. Sobretodo por el esquema utilizado recientemente por Paulo Fonseca, esa línea de tres que tanto potencia al jugador. Si bien es cierto que en el equipo capitolino, se va a encontrar un contexto muy diferente al de su etapa en Verona.

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