Hugo Guillamón, un central atípico

Por Ricky Burtet Frutos
Con el segundo parón de selecciones, se antoja un buen momento para que los equipos hagan un balance de este arranque inusual de temporada que hemos vivido. Un mercado sin grandes fichajes, pero que ha dejado equipos muy cambiados respecto a las plantillas que presentaban el año pasado. Un claro ejemplo de esta permuta de jugadores ha sido el Valencia CF.
Tras un final de período de traspasos muy convulso y polémico en la entidad ché, lo cierto es que el arranque de la temporada 2020/2021 no ha sido del todo malo para los valencianos. Y en gran medida ha sido por el paso adelante que han dado alguno de sus jóvenes jugadores ante las carencias en determinadas posiciones, como Yunus Musah, Kangin-Lee o Hugo Guillamón. Hoy toca hablar de este último, joven central español de 20 años con apenas 12 partidos oficiales con el primer equipo en sus botas.
Hugo Guillamón es lo que llamamos "un jugador de la casa". Lleva desde los 9 años en la entidad valenciana y desde 2017 en el Valencia Mestalla, filial del primer equipo. Debutó con el primer equipo la temporada pasada contra la Real Sociedad. Hay que destacar que Hugo nació precisamente en San Sebastián, aunque se trasladó a l'Eliana (Valencia) con dos años. Las casualidades del fútbol. En cuanto a su recorrido con la selección española, ha pasado por todas las categorías inferiores de esta hasta debutar con la sub-21 el pasado 3 de Septiembre saliendo como suplente.
En estos instantes, Hugo parece una seria proyección de defensa central a tener en cuenta, pero no siempre ha sido así. La propia dirección del  Valencia CF no decidió renovarle hasta el último momento, en el pasado junio, momento en el que finalizaba su contrato. De hecho, gran parte de la culpa de esta renovación fue del propio Guillamón, que pudiendo firmar con cualquier equipo, decidió esperar a la llamada del club ché.
La demora y las dudas para renovarle pueden explicarse debido a las características del central, las cuáles no casan demasiado con el prototipo de defensa en los que suelen fijarse los grandes clubs europeos. Con apenas 1'81m de altura, el español no destaca por tener un físico portentoso. Se le ha visto sufrir ante delanteros fuertes y altos (en los pocos partidos de la campaña pasada, atacantes grandes como William José o Enric Gallego le pusieron las cosas muy difíciles) y no destaca por tener un gran juego aéreo. 
Pero las prestaciones que ofrece Hugo van mucho más allá. Su carácter siempre ha sido su gran baluarte. Capitán en varios tramos de su trayectoria, siempre ha exhibido una gran personalidad y liderazgo en sus actuaciones. A su corta edad, ha mostrado más entereza que Diahkaby o Mangala, jugadores que, a priori, partían con ventaja para ser titulares este año y que están viendo como Javi Gracia les está dejando en el banquillo ante la irrupción del canterano.
Con un buen juego de pies, Guillamón ofrece valentía a la hora de sacar el balón y adelantar la línea defensiva. Solvente atrás, pocas veces deja ganarse la espalda por los rivales y, aunque no es especialmente rápido, su lectura del juego le permite completar grandes coberturas cuando sus compañeros se ven sobrepasados. 
Su gran actuación en la última jornada es una buena muestra de ello. Su contundencia y su atrevimiento le sirvieron al Valencia para sofocar los constantes ataques del Real Madrid y poder armar rápidas transiciones ofensivas que, a la postre, le permitirán ganar al actual campeón de la liga española por 4-1. Guillamón conformó junto a Paulista una pareja muy sólida que sustentó al equipo en los peores momentos y que se perfila como titular para el resto de la temporada.
En definitiva, un proyecto de central que ha irrumpido en el panorama nacional cuando nadie le esperaba. Un talento distinto. Envuelto además en unas circunstancias como las del Valencia, con tan pocos efectivos fiables en su demarcación y con la política tomada por Peter Lim por apostar por la austeridad en cuanto a fichajes de renombre, Hugo Guillamón parece haber encontrado el ecosistema perfecto para mostrar su fútbol y comenzar a disipar las dudas sobre sus capacidades. De momento ha comenzado con buen pie. Veremos si sus virtudes técnicas y tácticas terminan imponiéndose sobre sus carencias físicas.

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